El verdadero amor no termina.

 

Pasado el amor de la época de la industrialización, en donde a pesar de las críticas que recibieron y reciben, la grandes corporaciones y las mega empresas, en donde por lo menos el 50 % de la población gracias ala explotación del otro 50% han podido colocar pisos, ladrillos, techos y azulejería a precio accesible ..pasado todo eso, vuelve el amor hacia lo artesanal. Se instala una valoración, que en realidad, nunca terminó de perderce. gira en torno a lo humano, a lo individual, a lo no masivo. La gente comienza a valorar su tiempo y el de los demás. Se humaniza el concepto del trabajo y también se trabaja mucho para adquirir un concepto.

La azulejería artesanal va de la mano con muchos oficios ejecutados por personas que seguramente no se han preparado para eso pero si han nacido con esa facultad o facilidad, y lo que es mejor, han podido desarrollarla y aplicarla. Todos conocemos a tejedoras que nacieron con las agujas incorporadas a sus manos para hacer lo que hacen, en el tan corto tiempo!! (ja ja nunca dejarán de sorprenderme) que las vemos hacerlo. Hemos visto algún ebanista, nacido para diseñar excelentes muebles, algún médico que entre todos los demás destaca, algún actor, algún ingeniero, algún investigador...algún jugador de futbol.

Y ahí está la individualidad, la firma es el hecho, y la coincidencia histórica de haber encontrado a esa persona que dispone su producción o su mente para algo que vos soñaste que fuera justo así, no de otro modo.

Hoy se dice que la gente ya no tiene mas paciencia, que en la calle se corre. Yo creo que la gente tienen mas paciencia que nunca. He conocido clientes que se han dedicado a lijar una puerta para restaurarla mas de 1 año, y despues con las ventanas y luego el piso. Y no era por falta de dinero. Alguien tenía que hacer el trabajo de recuperar cosas tan bonitas como las que habían encontrado en el ojalatero. La gente corre para llegar a su casa.

Y el que se enamora de su casa siempre vuelve. Lo mas rápido posible.

Moka